Desarrolla los cuatro grandes temas que integran el legado del filósofo persa, mediante una trama de elementos narrativos, conceptuales y líricos: el superhombre, la muerte de Dios, la voluntad de poder y el eterno retorno de lo idéntico. La búsqueda incansable del super Hombre, determinado por sus virtudes meramente humanas descartando el plano de la espiritualidad religiosa, exigiendo la más alta entrega del entendimiento racional respecto a la consepcion de conceptos cotidianos, definitivamente un libro que rompe con la idea de un dios con una fuerza invencible y sabio creador y antepone al simple hombre como aspiración al perfeccionamiento y empoderamiento de sus actos y aptitudes con la finalidad de hacerlo plenamente responsable de su existencia y por tanto y de los resultados que obtenidos con su proceder en cada aspecto de su vida, dejando en claro que el objetivo es la plenitud. Es quien sea seguro, independiente e individualista, y no se deje llevar por la multitud al contrario de las personas débiles, que sólo se dejan llevar por las tradiciones y las reglas establecidas. Nietzsche ve al niño como el verdadero Ubermensch, pues el niño es inocente, cree en su propia moral y sigue sus propios valores. Nietzsche es un escéptico moral en la medida en que afirma que todas las sentencias éticas son falsas, porque cualquier tipo de correspondencia entre sentencias morales y hechos es ilusoria y mendaz. Para él no existe una verdad universal, pues ninguna corresponde a la realidad más que de una forma aparente. Las afirmaciones éticas, como todas las afirmaciones, son meras interpretaciones como mínimo siempre parciales sobrepuestas a la realidad, fundamentalmente ininterpretable.