Una de las contribuciones de Friedman a la economía es su estudio de la función de consumo. A diferencia de Keynes, que decía que el consumo de un periodo dependía exclusivamente del ingreso del mismo periodo, Friedman postuló que este dependía del ingreso permanente, es decir, del ingreso a largo plazo. Este nuevo enfoque tenía un énfasis en las expectativas y proyecciones de los consumidores. Junto a Edmund Phelps, corrigió la curva de Philips. Introdujo el rol de las expectativas en este modelo. Ideológicamente liberal, Friedman dedicó buena parte de su carrera a la crítica del keynesianismo dominante, a mediados del siglo xx, calificando la teoría keynesiana de ingenua. No obstante, Friedman incorporó el lenguaje keynesiano en su obra, aunque siempre fue crítico con las conclusiones del keynesianismo. Su alternativa macroeconómica se centra en los factores monetarios y se conoce como monetarismo. Friedman propuso como política monetaria ideal una expansión suave y gradual de la oferta monetaria. También desarrolló el concepto de la tasa natural de desempleo, y predijo la crisis de la estanflación en Estados Unidos diez años antes de que ocurriera.