Bobby Roth, cono se le conoce en el mundo político, ha atravesado algo más de tres décadas de la política argentina diciendo lo que piensa. Esto lo ha llevado a puestos públicos expectables y a la Casa Rosada. También al exilio, a la vieja Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras, hoy demolida y a la cárcel de Villa Devoto. Se le encuentra igualmente cómodo discutiendo técnicas de promoción industrial en el despacho presidencial, comandando esqueros en las aguas del Beagle o atravesando el Paso de comecaballos con un arreo de hacienda para Capiapó, en Chile. Dos libros, "El país que quedó atrás" y "La soberanía imperfecta", sentaron su prestigio intelectual. Este nuevo hambre, por primera vez en la literatura argentina, las puertas de la Casa Rosada. La ironía y el humor se hermanan con la precisión que respaldan treinta y cinco tomos de dictámenes técnicos para dar una visión amena y mordaz, certera y punzante, del acontecer argentino. El testimonio del Dr, Roth, de una franqueza inigualada en la literatura política, resultará consulta obligada para todos los que se interesen por el quehacer nacional.