En Los Farsantes, una crónica de fin del menemismo, los personajes no son falsos: la relación de Cóppola con Maradona, con sus fiestas y oscuridades no es inventada. Tampoco lo son las intervenciones del presidente Menem, su secretario, Ramón Hernandez y el gobernador Duhalde. El libro muestra la degradación del entramado de la Justicia, y la política con la corrupción en una época de la Argentina en que inocentes y culpables intercambian sus papeles amparados en el reino de la impunidad.