Buenos Aires : Instituto Salesiano de Artes Gráficas, 1995.
Notas:
SINOPSIS: Los patios de Natalia Kohen traen al Museo Fernández Blanco un eco del pasado porteño, pero también nos refieren a una genealogía milenaria y, en tal sentido, adquieren un fuerte y sugestivo simbolismo. El patio de las viejas casas horizo, rescatado en sus embaldosados geométricos y sus macetas floridas, nos recuerda el antiguo esplendor colonial, cuando aún mantenía su totalidad cuadrangular, a la par que nos remite a la tradición hispanoárabe, romana, mediterránea. Ahora bien, la obra de Natalia no sólo nos inicia en un ejercicio de la memoria; a ello se suma un sutil aliento metafísico, una metáfora del espacio como escenario vacío, una lectura de sabor surrealista. Esas aves que invaden indiferentes unos recintos que su presencia torna fantásticos y extraños, abren para nosotros todo un mundo de percepciones paralelas, aunque siempre vívidas y exigentes. La visión de la artista, alista es conductor de este viaje que atraviesa por espacios reconocibles al mismo tiempo que por mundos secretos. Una visión que despliega sus peculiares ritmos, sus tensiones, sus bordes de sonido.