Año 41 d.C., Tiberio Claudio César se dispone a completar sus memorias, cuya primera parte abarca la célebre novela anterior de Robert Graves, Yo, Claudio. Aquí encontramos otra vez al loco, al tullido, al tonto de la familia, que, sin embargo, sobrevivirá a toda la pléyade de ambiciosos parientes que se matan por un lugar al sol del poder. Pero no podrá escapar, a su vez, del asesinato urdido por Agripina, madre del futuro emperador Nerón, de nefasta memoria. Esta obra es una magistral visión de la grandeza, de la depravación, la crueldad y la locura que se mezclaban en las altas esferas de la Roma imperial, en lo que ha calificado repetidamente como una de las mejores novelas históricas del siglo XX.