Burgess asumió el reto de escribir una novela sobre Jesús, sus discípulos y la forma en la que éstos se ingeniaron para transmitir la Buena Nueva a todo el mundo conocido. La empresa no era fácil para el escritor: había que caminar sobre un filo tendido entre un tono excesivamente frío o distante y el encandilamiento ante la leyenda; enfrentar a Pablo (la figura central del relato), con Calígula y Nerón evitando el maniqueísmo. Pero el autor de La naranja mecánica supo salirse con la suya: El reino de los réprobos ha sido unánimemente reconocida como una obra maestra en su género; la prestigiosa revista Publishers Weekly dijo: Probablemente la mejor novela histórica sobre ese período que se haya escrito jamás.