La reina Isabel de Castilla constituye una de las figuras más fascinantes de la historia europea. Isabel asumió distintos papeles durante su reinado. Con su marido, Fernando de Aragón, se comportó apasionadamente, tolerando sus infidelidades pero sin permitirle olvidar jamás que ella era la monarca suprema. Para sus súbditos, constituyó una imagen ejemplar y una reina llena de sabiduría. Sus enemigos la consideraban una contrincante tan peligrosa como respetable, que ignoraba la derrota. Para los judíos fue la instigadora genuina de la terrible inquisición. Esta obra cuenta la historia de Isabel y ofrece a los lectores una pintura realista y contundente de las complejidades históricas de España entre el medioevo y la edad moderna. Se trata de una imagen casi fotográfica de una sociedad en transición.