Casas muertas, es la denuncia del mal morir de una ciudad aniquilada por el paludismo, el gamonalismo y las guerras civiles. Enfermedad, autoritarismo y violencia aparecen aquí como tres fantasmas que son uno solo, el que atestigua y propicia la lenta caída de Ortiz, el pueblo donde ha muerto Sebastián, el pueblo en el que Carmen Rosa tendrá que decidir si se queda o se va, ese pueblo donde como ningún sitio se vivió el pasado, pero donde ahora lo que priva es la urgencia, la inmediatez, la crudísima realidad del presente. Casas muertas es uno de los libros más conocidos de su autor, Miguel Otero Silva.