RESEÑA: Geneviève Fargues es mucho más que una melancólica restauradora de frescos medievales en pequeñas abadías francesas: es una especialista en pinturas bizantinas que trabaja para la Unesco y viaja a Estambul para profundizar una investigación que la obsesiona, ¿los murales de gesta¿. Pero esta mujer de cuarenta años y vida solitaria es también una viajera, una peregrina, una exiliada, una descubridora de maravillas en sótanos húmedos y ocultos. Así, oculto y maravilloso será su descubrimiento en Constantinopla cuando los colores del muro y los textos diseminados entre el revoque y el polvo de años ¿aquí una firma, allí una capa, más arriba un rostro?, le revelen otra historia, casi un espejo distorsionado pero conocido, ominoso, familiar y secreto. Quien llegara a esas extrañas tierras en busca de otra pintura del monje medieval que persigue en sus sueños, encontrará algo mucho más inquietante: su propia identidad fragmentada por los siglos. En Un viaje a Estambul, Carlos María Sánchez Granel narra el periplo mágico de un personaje y su doble ¿un monje viajero, pintor y relator, guerrero y Cruzado?, y arma la escenografía onírica de una novela seductora, donde se fusionan cuerpos, tiempos, idiomas y destinos.