Era increíble. Mis pesadillas en la Primaria y la Secundaria deberían haber sido las matemáticas, la física... pero no. Curiosamente o no, según como se mire, mis pesadillas eran con una querida materia que muchos odiaban y yo idolatraba: la vieja y peluda Historia Argentina. ¿ Quiere saber por qué? Dele, si no tiene nada mejor que hacer, avance en la lectura del thriller que Hitchcock y Agatha Christie no se atrevieron a plantear: La Historia Argentina...la de mis pesadillas. Y que les quede claro, por favor, no hay intención alguna de faltarle el respeto a ningún prócer ni principio fundamental de la Nación... Pero las pesadillas son así: irreprimibles, desordenadas e indomables, como los chicos y los locos, que (suele sostener la creencia popular) son los únicos que dicen la verdad, aunque sean políticamente incorrectos. ¡Ah y, por favor, no cuenten el final!. Con estas palabras Pinti abre este desopilante libro ilustrado por el genial Alfredo Sábat que se transformó rápidamente en uno de sus tantos best sellers. Su relanzamiento se debe a que este texto nunca dejó de tener una suma actualidad, por la forma en que repasa nuestro pasado argentino.