El libro de la Vida es el primero que escribe santa Teresa de Jesús, el más espontáneo y fresco, fiel reflejo de su personalidad y su experiencia humana y sobrenatural. El libro es una biografía tanto interna como externa, pues además de describir acontecimientos mundanos, también nos relata sus experiencias espirituales y nos enseña a orar. Muy a menudo convierte su relato en una oración. Los capítulos 1 al 10 sí son biográficos en el sentido convencional, pero los que siguen, del 11 al 22 son un tratado de oración, y del 32 al 36 nos describe la primera fundación del convento de San José de Ávila. En la primera parte del libro Teresa nos relata su infancia y juventud, la muerte de su madre y la posterior de su padre. También su ingreso a la vida religiosa en 1535 con 20 años. A esta etapa le siguen 20 años de vida monástica con relajada tibieza y oración mental en sequedad, en una tensión por perseverar y desprenderse del mundo. El texto está cuajado de advertencias sobre la perseverancia, sobre etapas en que se vuelve muy atrás, sobre no querer uno levantar el vuelo sólo. Y continuas llamadas a la humildad, comienzo de toda la oración y también fruto de la misma. El libro fue muy estudiado, hasta por la inquisición. El Padre Domingo Báñez escribía en 1575: Sola una cosa hay en este libro en que poder reparar, y con razón; basta examinarla muy bien: y es que tiene muchas revelaciones y visiones, las cuales siempre son mucho de temer, especialmente en mujeres, que son más fáciles en creer que son de Dios. El libro se publicó varios años después de la muerte de Santa Teresa.