RESEÑA: Montaigne inicia la redacción de esta obra que le ocupará hasta la fecha de su muerte en 1592. Dos años antes había vendido su puesto como Consejero del Parlamento de Burdeos para retirarse a su castillo en el Périgord. No será la redacción de los Ensayos la única ocupación que tenga, ya que a la vez que administra sus posesiones Montaigne participa como noble católico en algunos de los episodios militares o políticos de las Guerras de religión de Francia. Viaja, desempeña en varias ocasiones el cargo de alcalde de Burdeos, y también hace de intermediario entre el rey Enrique III y el jefe protestante Enrique de Navarra (futuro Enrique IV). Los Ensayos se alimentan tanto de esta experiencia como de sus lecturas de humanista jubilado en su biblioteca de la torre de su residencia. Montaigne publica los libros I y II en Burdeos en 1580 y luego los completa y adjunta un tercer libro en la edición parisina de 1588. La Iglesia católica incluirá esta obra en su Índice de Libros Prohibidos casi un siglo después de su publicación, en 1676.
Nivel Bibliográfico:
Monográfico
ISBN:
84-487-0119-4
Nota normalizada:
CONTIENE: LIBRO SEGUNDO. CAPÍTULO I: De la inconstancia en nuestros actos. CAOPITULO II: De la embriaguez. CAPÍTULO III: Una costumbre de la isla de Ceos. CAPÍTULO IV: Para mañana los negocios. CAPÍTULO V: De la conciencia. CAPÍTULO VI: Del ejercicio. CAPÍTULO VII: De las recompensas honoríficas. CAPÍTULO VIII: Del afecto de los padres por los hijos. CAPÍTULO IX: De las armas de los partos. CAPÍTULO X De los libros. CAPÍTULO XI: De la crueldad. CAPÍTULO XII: Apología de Raimundo Sabunde. CAPÍTULO XIII: De juzgar de la muerte del prójimo. CAPÍTULO XIV: De cómo nuestro espíritu se estorba a sí mismo. CAPÍTULO XV: Que nuestro deseo se acrecienta con la dificultad. CAPÍTULO XVI: De la gloria. CAPÍTULO XVII: De la presunción. CAPÍTULO XVIII: Del mentir. CAPÍTULO XIX: De la libertad de conciencia. CAPÍTULO XX: No gustamos de nada puro. CEPÍTULO XXI: Contra la pereza. CAPÍTULO XXII: De las postas. CAPÍTULO XXIII: De los malos medios empleados para buen fin. CAPÍTULO XXIV: De la grandeza romana. CAPÍTULO XXV: De no fingir enfermedad. CAPÍTULO XXVI: De los pulgares. CAPÍTULO XXVII: Cobardía, madre de la crueldad. CAPÍTULO XXVIII: Cada cosa a su tiempo. CAPÍTULO XXIX: De la virtud. CAPÍTULO XXX: De un niño monstruoso. CAPÍTULO XXXI: De la cólera. CAPÍTULO XXXII: Defensa de Séneca y Plutarco. CAPÍTULO XXXIII: La historia de Spurinna. CAPÍTULO XXXIV: Observaciones sobre los procedimientos de hacer la guerra de Julio César. CAPÍTULO XXXV: Tres buenas mujeres. CAPÍTULO XXXVI: De los hombres más excelsos. CAPÍTULO XXXVII: De parecido entre padres e hijos.