Buenos Aires : Arte Gráfico Editorial Argentino, 2010.
Serie:
Museo Nacional de Bellas Artes COLECCIÓN - 07
Notas:
RESEÑA: En este tomo de la colección se inicia la catalogación razonada del arte moderno y contemporáneo, organizada en dos grandes bloques: el primero abarca el período 1910-1945; el segundo, el correspondiente a 1945-2010. El ensayo inicial de María Isabel Baldassarre presenta un aspecto central para comprender la historia del M N BA: el coleccionismo privado y su relación con la formación del patrimonio público. Marcelo Pacheco, autor del segundo texto, plantea una mirada diversa: cómo organizar estos fondos desde un guión con una voluntad poética, "imaginante", que dé cuenta de una colección "de mezcla", cuyos cruces y problemas no deben responder a los paradigmas de los museos centrales. Este volumen cuenta con un privilegio: la presencia de artistas centrales en el arte latinoamericano de vanguardias como la brasileña Tarsila do Amaral, el uruguayo Rafael Barradas, el peruano Enrique Camino Brent y el mexicano Julio Castellanos. Las entradas razonadas de sus obras han sido escritas por Aracy Amaral, Gabriel Peluffo Linari, Luis Eduardo Wuffarden y Diana B. Weschler, respectivamente. La catalogación de los principales grabados del siglo XX, realizada por Silvia Dolinko, es una novedosa lectura de la historia de esta técnica en la Argentina. De la colección de fotografía, cuya selección se realizó con la consulta de Sara Facio, forma-dora de la misma, se incorporan en este tomo las imágenes de Henri Cartier-Bresson y Horacio Coppola. La riqueza de la pintura argentina se afirma en creadores tan antagónicos como Cesáreo Bernaldo de Quirós con El embrujador, Antonio Berni con Primeros pasos. A los que se suman Juan Carlos Castagnino, Horacio Butler, Emilio Centurión y Gertu-dís Chale, entre otros. De la colección de arte moderno europeo se catalogan La casa roja de Carlo Carrá y Rosanna de Felice Casorati, dos obras centrales de la exposición del Novecento italiano realizada en Buenos Aires en 193o, cuya influencia fue notoria en el arte argentino. La calidad y heterogeneidad del fondo de esculturas se expresa con una simple mi-rada a las excelentes piezas de los argentinos Alfredo Bigatti y Pablo Curatella Manes. Del alemán Fritz Behn y del francés Antoine Bourdelle. La cabeza alegórica del último, autor del monumento al general Alvear, ha sido analizada por Antoinette Le Normand-Romain, actual directora del Institut Nacional cl' Histoire de l'Art de Francia.