¿Quién no ha soñado, alguna vez, con ser un héroe? Ser capaz de superar los miedos y quebrar la rutina para realizar una acción excepcional que nos enaltezca ante los ojos de los demás. En el mundo medieval, estos caballeros brillan por sus virtudes heroicas. Ser fuerte, valiente, audaz y astuto son los atributos del héroe que la literatura épica ha exaltado desde la Antigüedad. En la España mora, brilla el leal Cid Campeador; en los bosques de Bretaña, el rey Arturo y, a orillas del Rin, el vencedor de los nibelungos: Sigfrido, el bueno.