Buenos Aires : Ministerio de Cultura y Educación, 1999.
Notas:
El presbítero Juan Baltasar Maciel bautizó en la Catedral de Buenos Aires a Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, nacido el 3 de junio de 1770, uno de los trece hijos de Domingo Belgrano y Peri, natural de Oneglia (Italia), y de María Josefa González Casero, porteña. Su padre había vivido en Cádiz antes de trasladarse a Buenos Aires, donde obtuvo Carta de Naturaleza para ejercer el comercio. La ocupación de mi padre, dice Belgrano en su Autobiografía, fue la de comerciante, y como le tocó el tiempo del monopolio, adquirió riquezas para vivir cómodamente y dar a sus hijos la educación mejor de aquella época. Las primeras letras las aprendió de su madre, y en el Real Colegio de San Carlos cursó estudios de latín, filosofía y literatura. Uno de sus maetros fue el doctor José Luis de Chorroarín. Por su inteligencia y afición a la lectura sus padres decidieron que continuara su educación en España. A los dieciséis años ingresó en la Universidad de Salamanca, graduándose en 1789 de bachiller en Leyes y, cuatro años más tarde, de abogado en la Universidad de Valladolid. En Madrid perfeccionó sus estudios universitarios, interesándose principalmente por la economía política, los idiomas y el derecho público, que le atraían mucho más que el ejercicio de su profesión. Las nuevas ideas políticas y económicas que por esa época comenzaban a difundirse en Europa y cuyas figuras más importantes eran Jovellanos, Campomanes, Montesquieu, Rousseaü y Quesnay, tuvieron influencia fundamental en su formación. Profundamente impresionado por la Revolución Francesa, escribió en su Autobiografía: se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre, fuese donde fuese, disfrutara de unos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido.
