En este volumen se reúnen las dos obras más recientes del destacado dramaturgo norteamericano Arthur Miller. Si en las obras que cimentaron su fama (La muerte de un viajante, Todos eran mis hijos, Panorama desde el puente) la familia era el microcosmo donde estallaban los conflictos del mundo circundante, y la crisis de una sociedad se encarnaba en el enfrentamiento de sus miembros, en Después de la caída Miller se interna en la conciencia atormentada de un personaje que en varios aspectos actúa como alter ego del autor. La acción se plantea en tres planos escénicos, que se comunican febrilmente: la mente, el pensamiento y la memoria del protagonista. El resultado revela la trama secreta de una vida, sus experiencias afectivas, sus opciones políticas, en una experiencia dramática insólita, que participa del examen de conciencia y de la liberación de un psicodrama. Incidente en Vichy, en cambio, se sitúa en un plano objetivo, donde la acción se continúa ordenadamente, respetando las clásicas unidades de tiempo y lugar: ciento cinco minutos de una mañana de 1942, en una sala de detención, en Vichy. Allí se reúnen nueve hombres y un niño de quienes se sospecha que son judíos; de su confinamiento, la obra los arranca para confrontados, tanto como al público, con el mundo que se formó tras la segunda guerra mundial y la posible supervivencia en ese mundo de los valores tradicionales. Esta diversidad de planteo dramático sólo sirve para revelar más claramente la inquieta indagación del hombre contemporáneo en todos sus aspectos que Miller continúa realizando.