SINOPSIS: El diabético tiene demasiado azúcar en la sangre. Esta anomalía, descuidada durante varios años, puede tener consecuencias nefastas. Por ello, la mayoría de los diabéticos, sea cual sea su sintomatología, e incluso en ausencia de ella, debe procurarse un tratamiento adecuado. Gracias a tales esfuerzos, y al precio de algunas hipotecas, su vida cotidiana puede ser normal o casi normal. La servidumbre más conocida se refiere a las restricciones alimenticias, ese famoso régimen, que parece inventado para impedir disfrutar, precisamente, de aquello que apetece. Pero hay algunas otras: la más rigurosa es, probablemente, la obligación para ciertos diabéticos de ponerse una inyección de insulina al menos una vez al día. Régimen; tal vez inyecciones; ocasionalmente comprimidos; horarios alimenticios regulares; análisis de sangre u orina (o ambos); y esto durante casi toda la vida ¡Y los otros, que os minan la moral no sólo insistiendo en que os fijéis en una tentadora pastelería: Por una vez seguramente no es tan grave y no vas a rechazar la tarta de cumpleaños! Se necesitan fuerza de voluntad y capacidad de organización para afrontar esta enfermedad y ser su dueño, no su esclavo; para minimizar contratiempos; para vivir tan normalmente como todos; para viajar, hacer ejercicio, salir a cenar y trabajar. No sentirse diferente; no creer que los demás te ven diferente; no sufrir por sus prejuicios o su ignorancia; ser capaz de elegir uno mismo el tipo de vida: he aquí algunos objetivos que deben fijarse aquellos diabéticos que pretenden dominar los condicionantes de su situación. Y sólo hay un modo: saber, conocer, estar informado para no depender de otros, en particular del mundo médico, o depender lo menos posible. Conocer tu diabetes significa conducirla del mejor modo posible. Vivir con tu diabetes es hallar el justo medio entre la negligencia y la obsesión. Hay que aceptar las restricciones que forman parte del tratamiento, recordando, de cuando en cuando, que resulta muy tranquilizador que haya tratamiento. Este libro, fruto de observaciones recogidas por enfermeras, dietistas y médicos, pretende haceros partícipes de la experiencia de millares de diabéticos enfrentados con los múltiples detalles de su vida cotidiana.
