SINOPSIS: El arte no tiene la obligación de transmitir valores, mensajes o contenidos de ningún tipo, pero cuando lo hace puede transformarse en una herramienta poderosa para activar la memoria y el sentido de pertenencia. Omar Panosetti nos propone la acción de recordar, traer al hoy aquello que sucedió y hacerlo presente a través de una interpretación gráfica no inocente. El artista decide ejercer la memoria y no dibujar la historia. Se apoya en su experiencia y capacidad narrativa que permanentemente están en su producción artística. Acostumbrado a contar y a crear personajes, esta vez, no lo hace desde la imaginación sino desde la recreación de un pasado que lo incluye. La historia intenta reconstruir lo inexistente mientras que la memoria del artista insufla vida sobre el pasado, trasladándolo a nuestros días como si fuesen marcas de su propia existencia. La memoria no es un proceso natural ni orgánico, es un trabajo, una decisión que necesita de la recordación sistemática, de la re-significación y la carga simbólica que nuclea y la hace colectiva. Porque la memoria es un elemento fundacional de la identidad. Somos lo que recordamos y la noción de Nación también se hace recuerdos. Omar Panosetti nos presenta un primer recorrido que intenta detener el trabajo implacable del olvido y encender la memoria a partir de sus trazos tan identificables como cada uno de los momentos que él seleccionó para compartir con nosotros. La elección es arbitraria. Es una edición de momentos históricos significativos para él, un calendario desordenado pero coherente. Incluye la última dictadura militar, la recuperación de la democracia, el mundial 86, el abrazo de Perón con Balbín y el atentado a la AMIA, entre otros. Si nos dejamos llevar por las apariencias diríamos que estamos frente a un ejemplo de la biblia y el calefón, pero en realidad estos hitos o puntos van conformando el territorio constructivo de la Panosetti Patria. Y los límites de esta superficie son claros y precisos como la tensión entre pasado y futuro, dos conceptos opuestos para los que están dispuestos a olvidarlos todo pero inmensamente unidos para quienes recordar no es un ancla que los ata al pasado sino la fuerza del terruño donde florece el futuro. No recordar siempre fue un mal negocio para la humanidad. Estas acuarelas son un compendio de efemérides necesarias, un legado, bocetos de futuros murales o murales en miniatura que no renuncian a su misión pedagógica ni a su carácter de obra artística. En sus últimas producciones aparecen las series. Un grupo de obras entrelazadas que marcan un eje temático, ubicando al artista en el rol de cronista y partícipe necesario. Para Panosetti ser testigo de su tiempo es tomar nota, a través de sus trabajos de lo que lo atraviesa y compromete. Son retratos que lo integran, selfies de la identidad que lo habita. Celebro el trabajo de Omar Panosetti de emprender y concretar este proyecto tan necesario como imprudente. Siempre va a haber quienes agiten molinos de viento pero también Don Quijote que los enfrenten. (Elio Kapszuk. Curador)
Nivel Bibliográfico:
Monográfico
ISBN:
978-987-42-2454-5
Páginas:
64 p.15 x 22 cm.
Nota normalizada:
CONTIENE: Memoria ilustrada; Pano; La historia de Omar; Un día de esos; El Bicentenario; Igualdad; Cromañón; Nombre y número; El atentado a la embajada; La crisis; La libélula; La mano de Dios; Alfonsín, Perón y Evita; Recuerdo de pascuas; La balsa; Malvinas hoy; Campeones del Mundial; ¿Dónde están?; El andar; Botas; Por la puerta de atrás, con la vista hacia adelante; Un día peronista; Overoles y libros contra la antipatria; El odio al saber; Cuadro del fuego. Bombas.
