Las flores del mal

Baudelaire, Charles Pierre

Autor:
Baudelaire, Charles Pierre
Título:
Las flores del mal
Puntos de Acceso Temáticos:
POE821 - POESÍA - SIGLO XIX - ANTOLOGÍAS PERSONALES - LITERATURA FRANCESA - 
Autor secundario/Colaboradores:
 - Albano, Sergio - Traductor
Link externo:
CDU:
POE 82-1
Edición:
1a ed.
Lugar : Editorial y fecha:
Buenos Aires : Gradifco, 2007.
Notas:
SINÓPSIS: Poeta francés, uno de los máximos exponentes del simbolismo, considerado a menudo el iniciador de la poesía moderna. Hijo del ex sacerdote Joseph-François Baudelaire y de Caroline Dufayis, nació en París el 9 de abril de 1821. Su padre murió el 10 de febrero de 1827 y su madre se casó al año siguiente con el militar Jacques Aupick; Baudelaire nunca aceptó a su padrastro, y los conflictos familiares se transformaron en una constante de su infancia y adolescencia. En 1831 se trasladó junto a su familia a Lyon y en 1832 ingresó en el Colegio Real, donde estudió hasta 1836, año en que regresaron a París. Continuó sus estudios en el Liceo Louis-le-Grand y fue expulsado por indisciplina en 1839. Más tarde se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad de París, y se introdujo en la vida bohemia, conociendo a autores como Gérard de Nerval y Honoré de Balzac, y a poetas jóvenes del Barrio Latino. En esa época de diversión también conoció a Sarah Louchette, prostituta que inspiró algunos de sus poemas y le contagió la sífilis, enfermedad que años más tarde terminaría con su vida. Su padre adoptivo, el comandante Aupick, descontento con la vida liberal y a menudo libertina que llevaba el joven Baudelaire, lo envió a un largo viaje con el objeto de alejarlo de sus nuevos hábitos. Embarcó el 9 de junio de 1841 rumbo a la India, pero luego de una escala en la isla Mauricio, regresó a Francia, se instaló de nuevo en la capital y volvió a sus antiguas costumbres desordenadas. Siguió frecuentando los círculos literarios y artísticos y escandalizó a todo París con sus relaciones con Jeanne Duval, la hermosa mulata que le inspiraría algunas de sus más brillantes y controvertidas poesías. Como ya era mayor de edad, reclamó la herencia paterna, pero su vida de dandy le hizo dilapidar la mitad de su herencia, lo que indujo a sus padres a convocar un consejo de familia para imponerle un tutor judicial que controlara sus bienes. El 21 de septiembre de 1844 la familia designó un notario para administrar su patrimonio y le asignó una pequeña renta mensual, situación que profundizó sus conflictos familiares. A principios de 1845 empezó a consumir hachís y se dedicó a la crítica de arte, publicando Le Salon de 1845, un ensayo elogioso sobre la obra de pintores como Delacroix y Manet, entonces todavía muy discutidos. Ante los primeros síntomas de la sífilis y en medio de una fuerte crisis afectiva, intentó suicidarse el 30 de junio de ese año. Más tarde publicó Le Salon de 1846 y colaboró en revistas con artículos y poemas. Buena muestra de su trabajo como crítico son sus Curiosidades estéticas, recopilación póstuma de sus apreciaciones acerca de los salones, al igual que El arte romántico (1868), obra que reunió todos sus trabajos de crítica literaria. Fue además pionero en el campo de la crítica musical, donde destaca sobre todo la opinión favorable que le mereció la obra de Wagner, que consideraba como la síntesis de un arte nuevo. En literatura, los autores E.T.A. Hoffmann y Edgar Allan Poe, del que realizó numerosas traducciones (todavía las únicas existentes en francés), alcanzaban, también según Baudelaire, esta síntesis vanguardista; la misma que persiguió él mismo en La Fanfarlo (1847), su única novela, y en sus distintos esbozos de obras teatrales. Comprometido por su participación en la revolución de 1848, la publicación de Las flores del mal, en 1857, acabó de desatar la violenta polémica que se creó en torno a su persona. El 30 de diciembre de 1856, Baudelaire había vendido al editor Poulet-Malassis un conjunto de poemas, trabajados minuciosamente durante ocho años, bajo el título de Las flores del mal, que constituyó su principal obra y marcó un hito en la poesía francesa. El poemario se presentó el 25 de junio de 1857 y provocó escándalo entre algunos críticos. Gustave Bourdin, en la edición de Le Figaro del 5 de julio, lo consideró un libro lleno de monstruosidades, y once días después la justicia ordenó el secuestro de la edición y el proceso al autor y al editor, quienes el 20 de agosto comparecieron ante la Sala Sexta del Tribunal del Sena bajo el cargo de «ofensas a la moral pública y las buenas costumbres». Sin embargo, ni la orden de suprimir seis de los poemas del volumen ni la multa de trescientos francos que le fue impuesta impidieron la reedición de la obra en 1861. En esta nueva versión aparecieron, además, unos treinta y cinco textos inéditos. Precedido de una dedicatoria en verso Au Lecteur, desconcertante y penetrante apóstrofe, Las flores del mal está dividido en seis secciones: Spleen e Ideal, Cuadros parisienses, El vino, Flores del mal, Rebeldía y La muerte. En esta subdivisión ha querido verse la intención del autor de dar a la obra casi el riguroso dibujo de un poema que ilustrase la historia de un alma en sus sucesivas manifestaciones. Así, el espectáculo de la realidad y el resultado de las múltiples experiencias (que proporcionaron el terna a las poesías de la primera y de la segunda secciones) seguramente llevaron al poeta a una desolada angustia, que en vano busca consuelo en los paraísos artificiales, en la embriaguez; después, a una nueva reflexión sobre el mal con sus perversos atractivos y su desesperado horror, de donde se origina un desesperado grito de rebelión contra el mismo orden de la creación; y, finalmente, el extremo refugio de la muerte. Sin embargo, aunque puedan reconocerse las etapas de su drama personal e incluso las anécdotas biográficas (sus amantes: Jeanne Duval, Madame Sabatier, Marie Daubrun), este diseño ideal debe entenderse solamente en su valor simbólico, no como una sucesión propiamente histórica de fases sucesivas. El mismo año de la publicación de Las flores del mal, e insistiendo en la misma materia, Baudelaire emprendió la creación de los Pequeños poemas en prosa, editados en versión íntegra en 1869 (en 1864, Le Figaro había publicado algunos textos bajo el título de El spleen de París). En esta época también vieron la luz los Paraísos artificiales (1858-1860), en los cuales se percibe una notable influencia de Thomas de Quincey; el estudio Richard Wagner et Tannhäuser à Paris, aparecido en la Revue européenne en 1861; y El pintor de la vida moderna, un artículo sobre Constantin Guys publicado por Le Figaro en 1863. Pronunció una serie de conferencias en Bélgica (1864), adonde viajó con la intención de publicar sus obras completas, aunque el proyecto naufragó muy pronto por falta de editor, lo que lo desanimó sensiblemente en los meses siguientes. La sífilis que padecía le causó un primer conato de parálisis (1865), y los síntomas de afasia y hemiplejía, que arrastraría hasta su muerte, aparecieron con violencia en marzo de 1866, cuando sufrió un ataque en la iglesia de Saint Loup de Namur. Trasladado urgentemente por su madre a una clínica de París, permaneció sin habla pero lúcido hasta su fallecimiento, en agosto del año siguiente. Su epistolario se publicó en 1872, los Journaux intimes (que incluyen Cohetes y Mi corazón al desnudo), en 1909; y la primera edición de sus obras completas, en 1939. Charles Baudelaire es considerado el padre, o, mejor dicho, el gran profeta, de la poesía moderna.
Nivel Bibliográfico:
Monográfico
ISBN:
978-987-1093-59-5
Páginas:
192 p. ; 19 x 12 cm.
Nota normalizada:
CONTENIDO: ESPLÍN E IDEAL: I Bendición. II El albatros. III Elevación. IV Correspondencias. VI Los faros. VII La Musa enferma. VIII La Musa venal. IX El mal monje. X El enemigo. XI La mala suerte. XII La vida anterior. XIII Gitanos de viaje. XIV El hombre y el mar. XV Don Juan en los Infiernos. XVI Castigo del orgullo. XVII La belleza. XVIII El ideal. XIX La giganta. XX La máscara. XXI Himno a la belleza. XXII Perfume exótico. XXIII La cabellera. XXVI Sed non stiata. XXVIII La serpiente que danza. XXIX Una carroña. XXX De profundis clamavi. XXXI El vampiro. XXXIII Remordimiento póstumo. XXXIV El gato. XXXV Duellum. XXXVI El balcón. XXXVII El poseso. XXXVIII Un fantasma. XL Semper eadem. XLI Toda entera. XLIII La antorcha viviente. XLIV Reversibilidad. XLV Confesión. XLVI El alba espiritual. XLVII Armonía del crepúsculo. XLVIII El frasco. XLIX El veneno. L Cielo brumoso. LI El gato. LII El hermoso navío. LIII La invitación al viaje. LIV Lo irreparable. LV Plática. LVI Canto de otoño. LVII A una Madona. LVIII Canción de siesta. LIX Sisina. LX Loas de mi Francisca. LXI A una dama criolla. LXII Moesta et errabunda. LXIII El aparecido. LXIV Soneto de otoño. LXV Tristezas de la luna. LXVI Los gatos.LXVII Los búhos. LXVIII La pipa. LXIX La pipa. LXIXLa música. LXX Sepultura. LXXI Un grabado fantástico. LXXII El alegre muerto. LXXIII El tonel del odio. LXXIV La campana hendida. LXXV Esplín. LXXVI Esplín. LXXVII Esplín. LXXVIII Esplín. LXXIX Obsesión. LXXX El sabor de la nada. LXXXI Alquimia del dolor. LXXXII Horror simpático. LXXXIII El heauntontimorumenos. LXXXIV Lo irremediable. LXXXV El reloj. ESTAMPAS PARISIENES: LXXXVI Paisaje. LXXXVII El sol. LXXXVIII A una mendiga pelirroja. LXXXIX El cisne. XC Lo siete viejos. XCI Las viejecitas. XCII Los ciegos. XCIII A una que pasa. XCIV El esqueleto labrador. XCV El creúsculo de la noche. XCVI El juego. XCVII Danza macabra.XCVIII El amor de la mentira. CI Brumas y lluvias. CII Sueño parisiene. CIII El crepúsculo de la mañana. EL VINO: CIV El alma del vino. CV El vino de los traperos. CVI El vino del asesino. CVII El vino del solitario. CVIII El vino de los amantes. FLORES DEL MAL: CIX La destrucción. CX Un mártir. CXI Condenadas. CXII Las dos hermanas. CXIII La fuente de sangre. CXIV Alegoría. CXV La Beatriz. CXVI Una viaje a Citera. CXVII Un amor y el cráneo. REBELIÓN: CXVIII La negación de San Pedro. CXIX Abel y Caín. CXX Las letanías de Satán. CXXI La muerte de los amantes. CXXII La muerte de los pobres. CXXIII La muerte de los artistas. CXXIVEl fin de la jornada. CXXV El sueño de un curioso. CXXVI El viaje. APÉNDICES: Los seis poemas prohibidos. I Lesbos. II Mujeres condenadas. III El Leteo. IV A la que es demasiado alegre. V Las alhajas. VI Las metamorfosis del vampiro. POEMAS DIVERSOS: I La puesta de sol romántica. II El surtidos. III Los ojos de Berthe. IV Lola de Valencia. V Sobre el Tasso en prisión de Eugene Delacroix. VI La voz. VII Lo imprevisto. VIII El rescate. IX A una malabar. X Epígrafe para un libro condenado. XI La tapadera. XII El examen de medianoche. XIII Madrigal triste. XIV El avisador. XV El rebelde. XVI Muy lejos de aquí. XVII El abismo. XVIII Los lamentos de un ícaro. XIX Recogimiento. XX La luna ofendida. XXI Orgullo.
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