RESEÑA: Al gato siamés se le ocurrió una brillante idea. "Seremos salteadores de caminos", dijo, y Medinoche se convirtió en el jefe de una banda de bribones: algo alocados, eso sí. A pesar de todo, Medinoche era un buen chico: no bebía, no fumaba, a veces, hasta le robaban a él.