Con vida de un ausente, García Hamilton muestra una nueva faceta de su personalidad literaria: la elaboración de una novela biográfica desenfadada y veraz, en la que el personaje pierde su carácter de prócer para revertirse de una genuina carnadura humana. Nos presenta así a un Juan Bautista Alberdi falto de cariño materno y con una infancia triste, aunque haya pertenecido a una prominente familia tucumana. El desamparo del joven, internado en un colegio porteño y dedicado a la música, determinó un Alberdi enamorado pero incapaz de asumir sus compromisos afectivos.