SINOPSIS:: De todas empresas que intentaron los países europeos en otros continentes, ninguna puede exhibir resultados tan excelentes y dignos de un atento análisis, como la tarea que llevaron a cabo las misiones de la Compañía de Jesús en tierras de América, sobre todo en las ocupadas por los indios guaraní. Con admirable prudencia y profundo conocimiento de la realidad, los padres jesuitas introdujeron en los territorios por ellos evangelizados, prácticas políticas, sociales y económicas de superior complejidad y mayor grado de evolución que las que hasta entonces conocían los aborígenes. Sin violentar los naturales rasgos temperamentales de los nativos, sin imponerles coactivamente sistemas de vida que les eran extraños, lograron sabiamente inculcarles nuevas de normas de vida que apuntaban como fin, a mejorar sus condiciones materiales, intelectuales y espirituales. Las experiencias de vida comunitaria llevadas a cabo en las reducciones a cargo de los jesuitas, muestran el resultado de una inteligente inserción de los elementos culturales europeos dentro del contexto de la cultura autóctona, llevada a cabo sin perder de vista el respeto por la condición humana de los indios, sin atropellos ni expoliaciones, con verdadero amor cristiano y auténtico afán evangelizador. Una economía más que comunitaria, solidaria, que permitió dominar la naturaleza y ponerla al servicio del hombre, superando los efectos de la humana imprevisión y de las contingencias naturales; una experiencia de gobierno civil propio que permitió que los indios espontáneamente se incorporaran a las misiones; una constante acción de alfabetización que logró, para admiración aún del mundo moderno, eliminar el analfabetismo; una paciente tarea de enseñanza de artes y oficios que a la par que despertó el interés de los indios, puso de manifiesto insospechadas aptitudes y vocaciones; una misión evangelizadora que puso a numerosas poblaciones americanas en contacto con los más altos valores de la Verdad Revelada; una profunda enculturación, instrumentada según la virtud de prudencia, que per-mite elegir los medios adecuados para lograr el fin propuesto; todos son rasgos innegables y habituales de la obra admirable de la Compañía de Jesús, llevada a cabo por unos pocos centenares de Padres, para beneficio de más de cien mil indios, en perfecta concordancia con los altos ideales del santo fundador de la Orden. Cabe agregar que las ideas de libertad, sustentadas por nuestros próceres, a comienzos del siglo XIX, formados casi todos ellos en colegios o universidades fundadas por los jesuitas, se fundamentaron esencialmente en las doctrinas de un eminente jesuita, el Padre Fran-cisco Suárez (1548-1617), justicieramente llamado el Doctor Eximio.
Nivel Bibliográfico:
Monográfico
Páginas:
36 p. ; fots. byn. col. ; ilus. ; 27 x 18 cm.
Nota normalizada:
CONTENIDO: La Compañía de Jesús. Las misiones Jesuíticas. El Gobierno Civil. La organización económica. La destrucción de San Ignacio Mini. Historia de la reducción de San Ignacio Mini. El pueblo de la reducción de San Ignacio Mini. El templo de San Ignacio Mini.
