Verónica nos cuenta la historia de una huérfana de trece años que vive en un orfanato para niñas. Su vida se ve cambiada para siempre cuando recibe la noticia de que encontraron a sus familiares y que estos quieren llevarla consigo. Verónica, que siempre soñó con que alguien la adoptara, se sintió realmente dichosa de que algo tan extraordinario le ocurriera justo a ella. Pero no todo es perfecto y de color de rosas, sus familiares, tío, tía y primo (éste de casi la misma edad de Verónica), son personas bastante snob que viven a costa de la fortuna que la niña heredara de sus fallecidos padres. Aún así, después de años de maltratos en el orfanato por parte de la directora, empleados del hospicio, compañeras del colegio y los padres de éstas que la discriminaban por ser âuna niña expósitaâ, Verónica se siente muy feliz de, por fin, tener una familia aunque estos no sean muy simpáticos ni cariñosos que digamos. Es así como pasa de ser la criada del orfanato que se ocupa de la limpieza, cuidado de las huérfanas más pequeñas, ayudante de cocina, etc., a ser una suerte de princesita de la aristocracia francesa viviendo en un castillo y con todos los lujos que podría imaginarse. Una suerte de cenicienta, si se quiere, pero sin príncipe.