RESEÑA: David Abden era perfumista. No era un trabajo convencional para el sobrino de un aristócrata, pero en corto tiempo supo tanto de perfumes como de autos y mujeres. David no era afecto a los negocios honestos. Correr riesgos, moverse con rapidez para mantenerse en la cúspide era una manera de olvidar lo sucedido desde que matara a su padre años atrás.